lunes, 9 de mayo de 2011

Diversificar la dieta para tener éxito en la operación bikini


226/365 - caldo de pollo

Uno de los fallos más comunes que cometemos al hacer dieta es que al final acabamos comiendo siempre lo mismo. Bien sea por que no tenemos ideas para elaborar recetas o bien sea porque no estamos acostumbradas a los nuevos alimentos, podemos caer en el error de consumir casi cada día las mismas verduras o carnes.


Pero esto no ha de ser así por varios motivos. El primero es obvio, porque nos aburriremos al poco tiempo y acabaremos dejando la dieta de lado para degustar los platos que ya sabemos que nos gustan, y que probablemente sean más calóricos. El otro, que nuestro cuerpo puede acostumbrarse a la ingesta de los mismos nutrientes a diario y adecuarse a ella, con el resultado de que nuestra pérdida de peso será más lenta.

Intenta visualizar tu plato dividido en cuatro porciones. Una de ellas es para los carbohidratos (pan, pasta, patatas,...), otra porción para las proteínas (huevo, carne, pescado,...), y las dos últimas para las verduras. Con esta proporción puedes elaborar multitud de platos. ¿Qué te parece una ensalada verde, un filete de pavo a la plancha cocinado con una chucharadita de aceite de oliva y 40g. de pan? ¿Y qué tal lomo de merluza al horno con pimiento verde, rojo y una patata asados?

Prueba a experimentar con las sopas y caldos. En primavera se pueden tomar templados o fríos y constituyen no sólo un excelente e hipocalórico primer plato sino un saciante bajo en calorías para picar entre horas. Cuando hagas caldo de pollo casero puedes reservar unos vasos para tomar templado entre horas. O puedes probar con la sopa de tomate. Solo contiente unas 100kcal por plato y está deliciosa.

Recuerda que la variedad es importante para tener suficientes nutrientes y para disfrutar también de la dieta.



martes, 3 de mayo de 2011

El deporte es importante.


56/365 morning run

Cuando hablamos de bajar de peso de una manera saludable, no sólo hemos de fijar nuestra atención en cambiar los hábitos de alimentación si no de una manera semejante deberemos combatir el sedentarismo.
Antes de comenzar a realizar cualquier tipo de actividad física hemos de ser conscientes de nuestros propios límites y elegir un deporte que nos divierta o que nos llame la atención. Es igualmente importante ponerse en manos de un entrenador personal que nos guiará en nuestros ejercicios rutinarios, aconsejándonos en cuanto a la intensidad, el ritmo y la frecuencia y adecuando la actividad dependiendo de nuestro estado emocional o, incluso, de la estación del año. Así mismo nos enseñará a calentar y a estirar de manera conveniente para evitar lesiones. Este paso es sumamente importante aunque muchos, con las prisas del día a día, lo obviamos cometiendo un error que puede ser fatal para nuestra salud.
Realizando deporte de manera habitual no sólo os sentiréis mejor con vosotras mismas a nivel físico si no también a nivel anímico ya que liberaréis endorfinas, unas sustancias naturales que os harán sentir alegría.
No es necesario comenzar con un programa muy exigente. Empezar con poco pero ser constante es mucho más importante y beneficioso. Ser muy severas de golpe sólo conseguirá que os rindáis antes de haber consolidado un programa continuado. Podréis ir aumentando el tiempo y la intensidad a medida que ganáis resistencia y fondo físico, así que comenzad por entender vuestro propio cuerpo y limitaciones. Os sentiréis mejor, estaréis más atléticas y tonificadas y además bajaréis de peso.

Foto: atphoto.bg